Cuando llegue a esta ciudad, el primer trabajo que tuve fue en un local de alquiler de películas. Era una abeja en un local de venta de miel. El dueño era Jorge, nunca conocí a un ser tan informado sobre filmes, directores, actores, actrices y todo lo vinculado a esa industria.

Luego de cerrar el local, en algún bar, tomando cervezas, nos quedábamos hablando, mas tiempo sobre cada película de lo que la película había durado. Creo que ya hacíamos otro guión.

Como me decía "la chica de los libritos", ya que siempre andaba con algún libro bajo el brazo, me regalo dos libros: "Mi ultimo suspiro" de Luis Buñuel y "El cine según Hitchcock" de Francois Truffaut, creo para que pudiera hablar mas o aunque sea mejor con él, en vez de mover la cabeza en forma afirmativa o negativa o contestar con gestos de admiración o asombro.

Aprendí mucho sobre cine, pero más sobre la soledad, la de el y la mía; el y yo compartíamos ese mundo de gente que no disfrutan demasiado de las relaciones, donde cuesta no ser distante, como si un vidrio nos separara de las otras personas. Un cristal que me protege y a la vez me aísla.

Pienso en lo que puse en mi perfil de blog: Intereses: Cosas interesantes, no puse personas. Puse: cosas.

Releo lo que escribí mas arriba: "como si un vidrio nos separara". En un blog nos separa un vidrio y mucho más.

Quizás acabo de descubrir: ¿por que tengo un blog?